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Hoy conversamos sobre los corredores de valores, y como éstos son vitales para la efectividad del mercado de valores.
En el constante flujo de transformación que caracteriza a los mercados financieros, los corredores de valores emergen como intermediarios fundamentales. Su labor no solo implica la intermediación, sino que también desempeñan un papel crucial en la promoción de la educación del mercado de valores.
Acorde al Reglamento para los Intermediarios de Valores, el corredor de valores es “aquella persona física dependiente de un intermediario de valores que en su representación realiza actividades con valores de oferta pública.” Los corredores de valores son acreditados por la Superintendencia, tomando un examen que otorga tres años de licencia, los cuales debe renovar para continuar su vigencia.
Los corredores de valores actúan como facilitadores, conectando a aquellos que desean invertir con aquellos que buscan capital para financiar proyectos o expandir sus operaciones. Esta función de intermediación no sólo es esencial para garantizar la liquidez del mercado, sino que también le fomenta el entendimiento sobre su portafolio al inversionista acorde a su perfil de riesgo.
Además de su función primaria de intermediación, los corredores de valores desempeñan un papel crucial en la promoción de la transparencia y la integridad del mercado. Como intermediarios entre inversionistas y emisores, están en una posición privilegiada para proporcionar información precisa y oportuna sobre los valores que se negocian, así como sobre las condiciones del mercado en general. Esta transparencia es esencial para generar confianza entre los participantes del mercado y para garantizar que las operaciones se realicen de manera justa y equitativa.
La labor de los corredores de valores contribuye en gran medida al desarrollo y al buen funcionamiento del mercado de valores en su conjunto. Su capacidad para facilitar la inversión, promover la transparencia y fomentar la eficiencia son elementos fundamentales para garantizar un mercado justo, dinámico y accesible para todos los participantes.
Existen dos tipos de corredores de valores:
Serie A
Son los que, en representación de un puesto de bolsa, promocionan la compra y venta de valores y productos que los puestos de bolsa ofrecen a sus clientes.
Los corredores de valores Serie A realizan las siguientes actividades:
- Promover y ofrecer valores de oferta pública y productos financieros ajustados al perfil de inversionista del cliente.
- Recaudar toda la información de inversionistas para el puesto de bolsa a efectos de dar cumplimiento a las políticas de conozca a su cliente y a la prevención del lavado de activos, financiamiento del terrorismo y de la proliferación de armas de destrucción masiva.
- Asistir al inversionista en la suscripción del contrato de cuenta de corretaje del puesto de bolsa.
- Determinar el perfil y clasificar al cliente como inversionista profesional o no profesional.
Serie B
Son los que, además de las actividades de los corredores de valores Serie A, representan a un puesto de bolsa mediante actividades de intermediación y toma de riesgos propios del mercado de valores. Los corredores de valores Serie B usualmente operan más en el back-end de las operaciones, realizando actividades de un nivel más institucional.
Los corredores de valores Serie B realizan las siguientes actividades:
- Pactar transacciones con inversionistas institucionales por cuenta del mismo puesto de bolsa o por cuenta de clientes, tanto en mecanismos centralizados de negociación, como en el mercado OTC (over the counter).
- Validar la clasificación del cliente como inversionista profesional, en virtud del informe efectuado por el Corredor de Valores Serie A.
- Establecer rangos de precios, rendimientos y tasas de los productos financieros del puesto de bolsa y proveer a los Corredores de Valores Serie A información actualizada sobre los mismos.
- Gestionar la liquidez del puesto de bolsa.
- Representar al puesto de bolsa en subastas de valores de oferta pública.
- Prestar asistencia en materia de finanzas corporativas.
Los puestos de bolsa deben disponer de mínimo dos corredores de valores, al menos uno siendo Serie B. Los puestos de bolsa deben otorgarle empleo al corredor de valores para que él o ella pueda ejercer sus credenciales.
Los corredores solo son registrados al pasar el examen y al ser empleados en un puesto de bolsa. Cuando estas dos sucedan, se inscribirá al solicitante en el registro del mercado de valores y expedirá un número de credencial, que debe utilizar para todas sus actividades como corredor de valores.
A lo largo de su desempeño como corredores de valores, pasan a ser responsables de un sin número de situaciones dentro de sus entidades. Desde ajustar perfiles de riesgo a cada cliente bajo su custodia, hasta gestionar la liquidez del mismo puesto de bolsa, los corredores de valores son un recurso gigante para el constante funcionamiento del mercado.
Es por esto que, en la Superintendencia del Mercado de Valores, reconocemos y valoramos profundamente la importancia y el esfuerzo de los corredores de valores en el ecosistema financiero. Estamos comprometidos a trabajar en estrecha colaboración con ellos para promover prácticas comerciales justas y transparentes, y para garantizar la integridad y la estabilidad de nuestro mercado de valores.
José E. Cross
Técnico de Protección y Educación al Inversionista
